Xcaret Arte lo tiene todo, o mejor dicho casi todo, para convertirse en un referente para la exposición y la apreciación artística a través del turismo en el Caribe Mexicano y en todo México.
Bellos escenarios -creados artificialmente-, marketing imparable, branding que la misma esencia del hotel, sus turistas y sus exposiciones generan, y un capital humano que te asiste en todo momento.
Desde su apertura en el segundo semestre del 2021, el hotel se encaminó a ser uno de los pocos, si no el único, que centra en el arte su llave de venta.
Si uno se hospeda puede acceder a sus talleres de danza, alfarería, tejido, pintura y literatura ubicados en casas que, según se aprecia en las galerías de fotos de su publicidad, tienen las mejores arquitecturas y vistas que ningún otro lugar en el mundo para aprender o ensayar arte.
Las amenidades artísticas deslumbran a todos sus visitantes. Imagínate que en uno de sus patios puedes acostarte en el pasto, botana en mano y echarte sorbos de bebidas espirituosas mientras ves una película, como emulando los foros al aire libre de las grandes ciudades, como si fueras a la Cineteca en la Ciudad de México, o al programa de Bryant Park en Nueva York.
Sólo que en otros lugares es gratis. En Xcaret Arte no.
En la presentación de la exposición Cinemaztlán -es un recorrido fotográfico y cinematográfico por lo mejor del Cine de Oro en México- los medios de comunicación tuvimos la oportunidad de ver un pedacito de lo que ofrece Xcaret Arte.
Carrington llega a Xcaret Arte
Además de apreciar justo en ese jardín central la película Ahí Está El Detalle como parte de Cinemaztlán, tuvimos la oportunidad de ver Alquimia en Bronce y Laberintos Imaginarios, una exposición de la surrealista Leonora Carrington que había sido inaugurada semanas antes -y que me perdí.
Uno nomás va a trabajar, pero por un segundo se siente influencer viendo y fotografiando las esculturas de bronce de la artistas como La Dama Oval, Cantante Muda, Nigromante, Paseo a Caballo, entre otras.
En los pasillos y corredores y diversos rincones del hotel pueden apreciarse destellos de arte por todos lados. La frase de Pies Para Qué Los Quiero Si Tengo Alas Para Volar de Frida Kahlo -con su respectiva escultura para tomarte la foto-, una sala homenaje al compositor Pedro Galindo, una escultura sin ficha técnica por otro rincón, muralismo mexicano o un concierto de cuerdas como parte de un festival o una danza o un montaje dramático -hasta dan ganas de trabajar diario ahí, porque pasear sería muy caro-, y de todo ello, inesperadamente, los influencers de las redes sociales nada hablan.
Claro, en IG y TT abundan los cuerpos modelo recomendando todo de Xcaret Arte menos el arte, aunque se agradece que recomienden el Mercado de San Juan que emula, aunque sin mugre, los típicos mercados -muchos de ellos bien pueden ser considerados arte- que hay en los barrios de México.
Evidentemente los paseos en kayak, las habitaciones increíbles, los nados en la alberca de cristal con vista al mar que está en el rooftof de la Casa De Los Artistas, las visitas a los spa y la comida no faltan en sus posteos.
El Arte, un placer en tus viajes
Por eso decía al principio que Xcaret Arte lo tiene todo, porque además de tener ese cúmulo de amenidades para instagramear (como lo tienen algunos otros hoteles de la Riviera Maya), si te gusta el arte y la cultura, aquí podrás darte ese placer que pocas en la vida se presentan.
En la Riviera Maya, en donde se encuentra este lugar, la cultura y el arte es un elemento que poco o nada es tomado en cuenta para la calidad de vida. Aquí se cuenta el estatus, el buen carro, el lugar donde te hospedas, el restaurante donde comes. Por eso me sorprendió poder apreciar la obra de Leonora Carrington, fue lo que en un inicio me incitó a escribir un texto sobre Xcaret Arte visto desde quien vive en Quintana Roo.
El hotel, decía, lo tiene todo o casi todo. Si bien Judith Alanís Figueroa, gerente de Fomento a las Artes, informó que tienen la intención de traer más exposiciones de la talla de Carrington, la inaccesibilidad es su talón de Aquiles.
No me refiero a que sea una debilidad del hotel, no. Es un hotel de los mejores que hay en todo el Caribe Mexicano y su éxito seguirá creciendo cada vez más.
Digo que su carácter de negocio privado -naturalmente- lo aparta al elitismo y a la exclusividad, lejos de quien no puede pagar 20 mil pesos para hospedarse aún si su interés no es nadar en la alberca de cristal sino apreciar el arte. Pero si puedes, hazlo, entra, es un lugar increíble. Por todo ese año de trabajo, seguramente vale la pena descansar en sus suites y de paso apreciar arte por todos sus rincones.
Aquí no tenemos un Francisco Toledo que hacía de la calle su taller que siempre estaba al alcance de todos, pero sería genial que un día al año Xcaret diera acceso a la comunidad que gustamos del arte y la cultura, y hasta podrían poner una publi tipo Hotel Xcaret Arte Acá, recordando y homenajeando al mítico movimiento tepiteño Tepito Arte Acá.
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Columnista invitado: Adrián Barrets
