En la bulliciosa ciudad de Chivilcoy, provincia de Buenos Aires, el bar Dickens se ha ganado un lugar especial en el corazón de la comunidad, gracias a una escena inolvidable que lo ha vuelto famoso entre sus habitués.
Los clientes que visitan este acogedor establecimiento gastronómico, ubicado en la esquina de Av. Las Heras y Sarmiento, se encuentran con una compañía inesperada: Corchito, un perro callejero que se ha convertido en una figura emblemática del lugar. Abandonado por sus dueños hace cuatro años, Corchito encontró en el bar Dickens un hogar y una nueva familia. Con su libreta sanitaria al día, este fiel amigo se acerca a las mesas donde encuentra personas solas, ofreciéndoles su compañía y alegría.
Pero Corchito no está solo en su visita al bar Dickens. También lo acompañan Manuel y Puccini, otros dos perros callejeros que frecuentan las inmediaciones del bar. Consciente de la presencia de estos dulces compañeros, la propietaria del establecimiento, Camila, ha colocado un cartel en la entrada para informar a los clientes sobre la situación.
“En el bar Dickens, damos la bienvenida a nuestras queridas mascotas callejeras. Aquí, ofrecemos agua, comida y, sobre todo, mucho amor a estos dulces ángeles. Pedimos disculpas si esto representa algún inconveniente, pero queremos asegurar que estos adorables visitantes se sientan bienvenidos y cuidados”, explicó Camila.
El bar Dickens se ha convertido así en un refugio para perros callejeros, demostrando que la hospitalidad y el amor por los animales son valores fundamentales en este entrañable rincón de Chivilcoy.
